Observatorio de Desigualdades entrevista a Claudio Fuentes: hacia una nueva forma de concebir la democracia

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En el marco del ciclo del entrevistas “Elementos para pensar en una nueva constitución”, que busca dialogar con personas de diferentes ámbitos de la vida social sobre cómo ven este momento constituyente; entrevistamos a Claudio Fuentes, académico de la Escuela de Ciencia Políticas de la Universidad Diego Portales (UDP), director del Laboratorio Constitucional UDP e investigador del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR). La entrevista, efectuada el lunes 10 de agosto, reflexiona sobre el actual proceso constituyente, las nuevas formas de concebir la democracia que emergen en este período de controversia social y política, y el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.

28 / 09 / 2020

Sobre el momento constituyente

AB: Muchas gracias por estar aquí. Me gustaría partir con una pregunta amplia que pueda abrir la conversación. Quisiera saber ¿cuál es la relevancia que tú le atribuyes a esto que se le ha llamado momento constituyente? Dado el momento que estamos viviendo como país, post estallido social, en plena pandemia, o saliendo quizás de la pandemia siendo optimistas…

C: A ver, primero, yo lo pondría en una perspectiva histórica de largo plazo ¿por qué? Porque creo que esto se asocia a un debate sobre qué es la república y qué es la ciudadanía. Cómo se construye el modo en el que queremos convivir. Y esto nos remite a cómo en la historia los chilenos y las chilenas han construido el modo en el que quieren convivir. Es la primera vez en la historia republicana que se convoca a decidir a la ciudadanía si quiere o no quiere una Constitución y cómo quiere escribirla. El hecho que sea primera vez en la historia es muy significativo porque el modo en el que se ha construido la república ha sido desde las elites, desde la oligarquía. Si tú piensas en todos los ensayos constitucionales desde el 1800, hasta 1833, eran unas elites de hombres criollos, blancos, menos del 1% de la población. En el caso de la Constitución de 1925, donde hubo un ensayo de una comisión que convocó Alessandri y que después fue ratificada por un plebiscito, participó menos del 10% de la población. Las mujeres no podían votar, los analfabetos no podían votar. Ni que hablar de la Constitución de 1980. Fue un fraude, en dictadura. Tampoco califica. Por lo tanto, es la primera vez que se convoca a la ciudadanía a un ejercicio democrático de definir reglas del juego, y en donde, además, tenemos plena ciudadanía. Analfabetos, hombres, mujeres, pueden de pronto definir. De hecho yo creo que le hemos tomado poco peso a la significancia histórica que tiene y que va a remecer muchos de los debates.

AB: Claro, muy cierto.

C: Por eso es que yo creo que estamos en un ambiente tan polarizado, porque se nos está convocando a definir una serie de materias cruciales de cómo queremos organizarnos como sociedad. Y es como la tormenta perfecta. Si tú empiezas a mirar el debate sobre las regiones, por ejemplo, te das cuenta que el estado unitario es un eje articulador de la genética de la Constitución de 1833. Constitución que fue resultado de una guerra civil entre los de Concepción y el Portaleanismo, donde perdieron la batalla los federalistas. Y desde ese momento la república se construyó como un estado unitario centralizado. Y eso está en cuestión hoy día.

AB: Y tal vez por eso mismo que tú estás diciendo, esta idea del estado unitario como el sustento legítimo de nuestras constituciones, es lo que hace tan difícil aceptar la demanda por autonomía del mundo indígena, por ejemplo.

C: Claro. Tú instalas; uno, el tema del estado unitario; dos, el tema de un estado con varias naciones, la plurinacionalidad; tres, el estado mercado; y cuatro, el cómo distribuyes el poder en la democracia. Son cuatro grandes temas que van a ser discutidos ahora y por lo tanto es un remesón. Por eso se habla de momento constituyente; momento en que aparece en la agenda política y social el modo en que queremos organizar la vida en común. Y eso está altamente dividiéndonos. Entrando en conflicto. Entonces es un momento muy particular en la república, que puede ser súper interesante pero también muy riesgoso, como en toda vida política y social de los países.

AB: Ahora, me parece que también es interesante despejar este momento solo como un producto del estallido social. A lo mejor sin ese acontecimiento no estaríamos discutiendo esto, pero creo necesario historizarlo. Por lo mismo ¿cómo ves tú las condiciones que este gobierno ofrece para poder llevar a cabo este proceso? Para poder, precisamente, restituir legitimidad para lo que viene hacia adelante.

C: Siguiendo en la misma línea de lo que tú planteabas, yo creo que el estallido social lo que refleja precisamente es la articulación, la concatenación de todas estas demandas que habíamos hablado, con lo indígena, la paridad, que tiene que ver con el rol del estado, del mercado. O sea, todos esos asuntos que son coyunturales apuntan a los temas más generales que habíamos hablado. Ahora, efectivamente nos toca un gobierno de derecha, un gobierno debilitado por razones coyunturales y estructurales. Estructurales, por un lado, porque en la lógica que veníamos hablando, el presidencialismo está bajo cuestión. Entonces hay una debilidad estructural que tiene que ver con cómo concebimos el poder y la autoridad. Kathy Araujo ha escrito sobre eso. Coyunturalmente, por otro lado, tenemos un gobierno de derecha y por lo tanto el debate constitucional es también un debate sobre redistribución de poder. Y la derecha y el modelo establecido en la Constitución tienden a proteger ciertos intereses económicos, culturales…

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