Núcleo Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder presentó resultados de primera Encuesta Nacional de Autoridad

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El estudio contó con la autoría de la investigadora Kathya Araujo (USACH), de la académica de Sociología UDP, Macarena Orchard, de la investigadora Alejandra Rasse (PUC) y del decano de Psicología UDP, Antonio Stecher.

26 / 08 / 2022

¿Qué entienden los chilenos por autoridad?, ¿cuán difícil se ha vuelto ejercerla?, ¿somos autoritarios en Chile? Estas fueron algunas de las principales preguntas que se plantearon al interior del Núcleo Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (NUMAAP), centro de investigación de excelencia albergado por la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y la Universidad Diego Portales (UDP), para elaborar la primera Encuesta Nacional de Autoridad.

El estudio, en el que participaron como autores la académica de la Escuela de Sociología, Macarena Orchard, el decano de la Facultad de Psicología, Antonio Stecher, y las investigadoras Alejandra Rasse (PUC) y Kathya Araujo (USACH), consultó a la ciudadanía sobre sus percepciones en torno al ejercicio de la autoridad en Chile, además de la gestión de las asimetrías de poder en distintas esferas de la sociedad chilena, como el trabajo, la familia, la escuela, la política y el espacio público.

“Pensar la autoridad en Chile es relevante, pues es una función clave de la vida social que está muy desafiada. La encuesta nos permitió entender que los chilenos y chilenas entienden la importancia de la autoridad, pero tienen la percepción de que ejercer autoridad se ha vuelto una tarea demasiado difícil”, menciona la coautora y académica de Sociología UDP, Macarena Orchard.

“La encuesta nos mostró que las personas entienden la autoridad anclada fundamentalmente al espacio político, a la familia y a las policías, y que hay ciertas figuras, como los profesores o las figuras religiosas, que no tienen un lugar relevante en el imaginario actual de la autoridad”, añade.

Stecher, por su parte, agrega que el concepto de autoridad y su relación social “está experimentando fuertes transformaciones en la sociedad chilena, las que son muy importantes de conocer y analizar. La Encuesta da cuenta que la mayoría de las personas reconocen esa importancia de la autoridad para la vida cotidiana y la vida en común con otros, al mismo tiempo que dan cuenta de cómo el ejercicio de la autoridad es algo que se ha hecho cada vez más difícil por diferentes razones”.

Los resultados revelaron el fuerte peso que actualmente ocupan las figuras políticas y familiares al hablar de la autoridad en la vida social. Asimismo, otro de los puntos relevantes abordados por la encuesta tuvo que ver con el ejercicio de la autoridad y cómo este se ha ido complejizando a lo largo del tiempo. En relación con lo anterior, un 81% de las personas encuestadas estuvo de acuerdo -o muy de acuerdo- en que “hoy es más difícil ejercer autoridad que antes en Chile”. En la misma línea, 88% de los participantes consideró que los chilenos han perdido el respeto a las autoridades.

El estudio dio cuenta también de diferentes elementos o soportes que facilitan el ejercicio de la autoridad en distintos ámbitos de la vida social. Así, por ejemplo, la autoridad política se sostiene en una combinación de eficacia, consistencia y capacidad de diálogo y horizontalidad. A diferencia de ello, para el caso de la autoridad parental en la familia, la encuesta señala que los principales soportes son la seguridad afectiva y el tiempo disponible del que disponen padres y madres para estar con sus hijos/as.

Sobre esto último, Stecher menciona que le llamó “especialmente la atención el modo en que para los padres la falta de tiempo es el elemento que más dificulta el ejercicio de la autoridad y que sus hijos les obedezcan. Eso da cuenta que el modo cómo se despliegan las relaciones de autoridad – de formas más o menos virtuosas para los individuos y la sociedad- no es algo que dependa sólo de rasgos psicológicos personales o de ciertas formas de interacción, sino que depende de soportes como el tiempo”.

“La sociedad en general, pero las personas más jóvenes en particular, tienen expectativas cada vez más horizontales con respecto a cómo debe funcionar la autoridad. Sin embargo, estas expectativas también conviven con tendencias moderadas al autoritarismo en la población, es decir, una tendencia a preferir autoridades fuertes. Esta tendencia es mayor en personas de estrato socioeconómico bajo, personas mayores y personas de tendencia política de derecha. Nuestra impresión es que esto debe estar produciendo tensiones de múltiples maneras en la vida social. ¿Cómo se ejerce una autoridad más democrática, más dialogante? Los modelos para hacer esto no están siempre claros”, concluye por otro lado Orchard.

Revisa el informe completo en el siguiente enlace: