¿Queda con tarjeta amarilla Insulza tras sus dichos por proceso constituyente?

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19 / 04 / 2016

Claudio Fuentes, director de la Escuela de Ciencia Política UDP.
Claudio Fuentes, director de la Escuela de Ciencia Política UDP.

El miércoles en un seminario en la Universidad Adolfo Ibáñez el agente de Chile ante La Haya, José Miguel Insulza, cuestionó el proceso constituyente, asegurando que “este proceso de debate no va a llegar muy lejos”. Y aunque luego rectificó, sus dichos generaron molestia en la NM y el Ejecutivo, e incluso se ausentó de la cuenta pública de la Cancillería de ayer.

El agente de Chile ante la Haya, José Miguel Insulza, debía llegar ayer en la mañana, a la cuenta pública de Cancillería, donde se hizo un balance de las relaciones de Chile con los países vecinos, entre ellos Bolivia. Sin embargo, Insulza no apareció. El día anterior, en una seminario en la Universidad Adolfo Ibáñez, el pánzer había cuestionado el proceso constituyente iniciado por el Gobierno, señalando que “este proceso de debate no va a llegar demasiado lejos”.

Las declaraciones se dieron un día después de que la Presidenta Michelle Bachelet, a través de cadena nacional, invitara a la ciudadanía a participar en el proceso.

El episodio activó las alertas de inmediato en La Moneda, donde la molestia, reconocen fuentes de Palacio, fue evidente: esa misma noche personeros de Gobierno se habrían comunicado con Insulza para reprocharle el tono de sus declaraciones.

“Probablemente lo dije mal, estoy claro en eso. Pido excusas, no fue mi intención ni debilitar ni criticar un proceso que apoyo plenamente”, señaló Insulza al otro día, retractándose de sus dichos.

Esta no era la primera vez que el Gobierno ponía el ojo en las declaraciones de Insulza respecto a la contingencia política, luego que en febrero pasado defendiera a Pablo Longueira tras conocerse los correos que intercambió con el ex gerente general de SQM, Patricio Contesse, durante la tramitación de la Ley del Royalty.

Pese al disgusto generado en el Ejecutivo estas nuevas declaraciones, La Moneda optó durante la jornada de ayer por bajar el perfil a la polémica.

“Todos sin excepción tenemos derecho a opinar sobre nuestro marco constitucional, pero de todas maneras me quiero quedar con las declaraciones que posteriormente hizo José Miguel Insulza, en las que se retractó y reafirmó su compromiso y su respaldo al proceso constituyente”, señaló el vocero de Gobierno Marcelo Díaz.

En la misma línea titular de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, aseguró que “es una opinión legítima, pero la Presidenta estimó que es importante que esto partiera con una opinión genuina, desde las bases”.

Más escueto fue, en tanto el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz,  quien al término de su cuenta pública señaló que  “yo no voy a pronunciarme a cada rato sobre las opiniones que emita José Miguel Insulza a título ciudadano”.

Nueva Mayoría llama al orden al Gobierno
Pese a la decisión del Gobierno de no hacer escalar el tono de las críticas, los parlamentarios de la Nueva Mayoría hicieron ver su preocupación por los dichos de Insulza e hicieron un llamado a la Presidenta, a “poner orden” en el Gobierno.

“Esto refleja un síndrome, que es la falta de unidad en la Nueva Mayoría. Por lo tanto, es necesario que la Presidenta ordene al Gobierno y a sus ministros, para que no existan voces disonantes que perjudican y dañan la magnitud del proceso de reforma constitucional”, señaló el jefe de bancada del PS, Juan Luis Castro.

Más crítico fue el diputado PPD, Jorge Tarud, quien indicó que primero, “el agente de Chile en La Haya se transforma en defensor del ex ministro Longueira. Posteriormente apoya al ex presidente de Brasil, Lula da Silva(…)le hago en consecuencia un nuevo llamado al Gobierno para que le exija a Insulza dedicación exclusiva a La Haya o que de lo contrario dé un paso al costado y, de ser el caso, se nombre a un jurista experto en derecho internacional, puesto que Insulza no lo es”.

Tarud recordó también en su calidad de miembro de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, que ésta citó en marzo a Insulza por sus declaraciones respecto a la contingencia y que su respuesta había sido “que él opinaba de lo que quería y cuando quería”.

Por su parte el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, evitó calificar el episodio y junto con destacar las disculpas de Insulza  invitó al ex ministro a realizar un cabildo con “gente de derecha”.

“Yo invitaría a que el compañero Insulza haga ese gesto, invite a unos quince o treinta amigos (…) a lo mejor ahí podría aprovechar de meter a gente de derecha, hagan ese esfuerzo y esperaré con gusto cuáles fueron las conclusiones de esa asamblea”.

“El Gobierno está casado con su decisión”

Para el analista Max Colodro, el panorama no es sencillo para el Ejecutivo. “El Gobierno tomó la decisión de poner a un político que ha jugado un rol muy relevante en los últimos años en la historia del país”,  explica, agregando que “es difícil pensar que Insulza, estando en Chile, no iba a opinar de política contingente”.

A esto, suma Colodro, se da el hecho de que su nombre suena como eventual candidato presidencial de la Nueva Mayoría. “Esto lo pone  en la primera línea de la política y era inevitable que terminara siendo un actor relevante”, asegura.

Con este panorama dice Colodro, “hay una inevitable dificultad ya que su rol como agente debiera inhibirlo de opinar y eventualmente buscar una proyección política”.

Sin embargo, para el analista las opciones que tiene el Ejecutivo no son muchas. Cualquier movimiento o conflicto dentro del equipo que defiende a Chile puede ser un mal precedente y afectar la imagen de Chile ante el tribunal. Más delicado es el tema si se trata del agente a cargo del proceso.

“El Gobierno en esto está casado con su propia decisión, en el sentido de que no puede sacar a Insulza del cargo en las actuales circunstancias. Sería un costo muy  grande para la imagen de Chile frente al Tribunal de la Haya, por lo tanto, no va a haber muchas posibilidades de que el Gobierno logre inhibir a Insulza”, concluye el analista.

“El Ejecutivo conoce a las personas que nombra”

El analista y académico de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, cree que en este tema “no hay que rasgar vestiduras”.

Para él las declaraciones de Insulza son “razonables” y sostiene que  “nadie a estas alturas piensa que el proceso constituyente es ordenado”.

El problema dice, está en que el Gobierno sabía quién era Insulza y que “no puede desconocerlo ahora”.

“Cuando tomaron la decisión de pedirle que tuviera un rol protagónico en La Haya,  sabían de quién estaban hablando” explica, y recuerda que es una persona que ha tenido conflictos en otras ocasiones, como sucedió con el ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

“El Ejecutivo conoce a las personas que nombra”, plantea, por lo que comenzar a hacer reproches públicos a esta altura sería “llorar sobre la leche derramada”.

Respecto a las salidas que tiene el Gobierno, tampoco es optimista. Primero, por la figura que representa Insulza en la política nacional y  por “el rol que ha jugado en la Concertación”

Segundo, asegura,  porque “este Gobierno no se caracteriza por tomar estas decisiones”. Y pone el ejemplo del ex embajador en Uruguay Eduardo Contreras.”Se demoraron seis meses en sacarlo”, indica y acota que  “lo que le conviene al Gobierno es que esta cuestión se aplaque un poco y dejar pasarla no más”, sentencia.

“Es inconveniente políticamente para la Presidenta”

“Legalmente no es incompatible”, dice el académico UDP, Claudio Fuentes, sobre la situación del ex ministro Insulza.

Sin embargo asegura que las declaraciones respecto al proceso constituyente  “ponen en una situación muy incómoda a la Presidenta, porque es una iniciativa presidencial”.

Fuentes incluso va más allá en medio de la polémica. “Al criticar  un proceso como el que está planificando el Gobierno, criticó  la decisión de la Presidenta de la República”, asegura.

Por eso para el analista el comportamiento de Insulza en su cargo de agente de Chile ante el la Corte Internacional de Justicia “es inconveniente políticamente para el Gobierno y la Presidenta en particular”.

Por eso es enfático en señalar que José Miguel Insulza “no tiene que hacer declaraciones en temas que vayan en contra de las decisiones presidenciales, es inconveniente políticamente que él comente asuntos donde el Gobierno ya tomó una decisión”.

Sobre una eventual renuncia de Insulza, dice que no le corresponde manifestarse. Sin embargo el analista asegura que lo que correspondía, efectivamente, era pedir disculpas: “Si rectificó lo dicho y  dijo que apoya el proceso, es lo que le corresponde hacer, porque es una decisión presidencial y él tiene la confianza de la residenta”.