La verdadera cara de Piñera

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02 / 11 / 2017

Claudio Fuentes, académico de la Escuela de Ciencia Política UDP.
Claudio Fuentes, académico de la Escuela de Ciencia Política UDP.

“Si triunfa Aylwin tendríamos un país mirando hacia atrás. Seguramente restableciendo la democracia perdida y erradicando los excesos en materia de derechos humanos, pero no sería o no lo visualizo como un gobierno mirando hacia adelante, con un proyecto claro de sociedad libre, con imaginación, con entusiasmo… No. Le diría, en síntesis, que sería parar el reloj… y no acelerarlo, que es precisamente lo que Chile necesita en estos momentos”.

Así respondía Sebastián Piñera a la periodista Rosario Guzmán Errázuriz en la edición del 10 de marzo de 1989 a la pregunta: Cómo visualiza este país ante un eventual triunfo del que finamente resultara electo primera Presidente del regreso a la democracia.

Y no fue primera oportunidad en que se refirió al exmandatario atacándolo. En la misma campaña aseguró que “Aylwin pierde con el apoyo de los marxistas”, mientras apuntaba en un pizarrón a presuntas estadísticas que avalaban sus dichos en una abierta campaña del miedo. Un asistente a esa reunión confidenció a Cambio21 que el hoy candidato derechista habría agregado “que también son terroristas”.

Algo muy lejano al ropaje con el que hoy quiere vestirse, utilizando la imagen del ex jefe de Estado en su franja electoral y diciendo que “mi aprecio por el Presidente Aylwin lo he reconocido siempre y nadie puede sentirse ofendido por reconocer el gran aporte que hizo”. Amén de asegurar que tuvo “el privilegio” de ser “amigo” del otrora Mandatario, al igual que su padre.

Al respecto, la candidata demócrata cristiana, Carolina Goic, destacó que el expresidente Aylwin es recordado porque no se enriqueció con la política y fue transparente y probo. También dijo que “que no sea patudo. Es una patudez pensar que porque él usa una frase de Patricio Aylwin en su discurso la Democracia Cristiana lo va a apoyar”.

Por su parte, Alejandro Guillier, abanderado de la Nueva Mayoría, recordó que “empezó tirándose hacia la derecha, cuando creyó que iba a votar poca gente; cuando vio que la gente está empezando a votar se quiere venir hacia el centro y se declara ‘aylwinista’… Al paso que van las incoherencias del candidato Sebastián Piñera, el día de mañana se va a declarar allendista”.

En opinión del cientista político y académico de la Universidad Diego Portales Claudio Fuentes, el uso que da Piñera a la imagen de Aylwin “es oportunismo en términos de la utilización de una figura por parte de Piñera que es parte de una coalición de derecha y que dentro de ella hay actores que apoyaron la dictadura”, publicó La Nación.

Subrayó que lo que el empresario hace tiene como objetivo “conquistar un voto de centro”, aclarando que “ese tipo de estrategia no resulta, porque es tan evidente la manipulación que se intenta realizar que no creo que convenza a gente que ya está convencida de votar”.

Cómo es la cosa

Es un hecho que Piñera, como generalísimo de Hernán Büchi, candidato presidencial de la dictadura en 1989, encabezó la campaña del terror contra Aylwin y la Concertación.

No solo al tratar de marxistas y terroristas a los adherentes de Aylwin, sino cuando daba a conocer las presuntas cualidades de Büchi sobre el candidato de la Concertación, haciendo comparaciones odiosas en que mostraba al candidato DC perdiendo frente al de derecha por “ser contrario a la libertad de los trabajadores”, ser supuestamente “promotor de mayores impuestos”, ser “el candidato de la UP” y, por último, contar —como se ha dicho- “con el apoyo de marxistas y terroristas”.

Para Piñera, el candidato de la dictadura representaba una sociedad “de libertades”, muy contraria a lo que había sido la experiencia en la administración de Pinochet con Büchi como ministro de Hacienda.

Y no sería la última vez que defendiera a Pinochet y su modelo, pues -como se recordará-, al ser detenido el dictador en Londres, Piñera encabezó actos públicos demandando su libertad.

Estrategia conocida

Ya en 2005, cuando ambos competían por la presidencia, la actual Mandataria, Michelle Bachelet, había acusado a Piñera de travestismo político.

A su juicio, el hoy abanderado de la derecha pretendía vestirse con ropajes ajenos de humanista cristiano, en circunstancias de que, históricamente, apoyó a los candidatos presidenciales provenientes de la derecha y de los grandes grupos económicos, como Hernán Büchi y Joaquín Lavín.

En esta linea, Bachelet emplazó a Piñera a asumir el rol que jugó en el pasado, diciendo que “a la hora de hablar de carácter politico, es necesario hacerse cargo de la propia historia”.

Por la misma época, el senador DC Andrés Zaldívar dijo que el entonces candidato presidencial de Renovación Nacional (RN), Sebastián Piñera, “separó aguas de la DC desde hace mucho tiempo”, respondiendo así a la intención de éste de intentar captar el voto de electores de su partido.

Según Zaldívar, el abanderado de RN, “a pesar de haber votado por el ‘No’ se desligó tempranamente del proyecto político de la Concertación, ya que inmediatamente después del plebiscito de 1988, comenzó a trabajar como generalísimo de la campaña presidencial de Hernán Büchi”.

Leer nota en Cambio 21