Discursos fáciles y la “demonización” del rival ganaron en campaña de Trump vs Clinton

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09 / 11 / 2016

Fernando García Naddaf, Director del Magíster en Política y Gobierno UDP.
Fernando García Naddaf, Director del Magíster en Política y Gobierno UDP.

Para el cientista político y director del magíster Política y Gobierno de la UDP, Fernando García Naddaf, la carrera presidencial de EEUU dejó varias conclusiones y efectos que marcarán una tendencia en el resto de los procesos eleccionarios, entre los que destacan la consolidación del mundo digital en la comunicación entre candidatos y electores, y el financiamiento de las campañas.

Este martes 8 se decidirán las elecciones presidenciales más polémicas y agresivas que se recuerden de los últimos años en EEUU. Hillary Clinton y Donald Trump pelearán voto a voto para llevarse todos los electores que reparten los 50 estados para alcanzar el sillón presidencial de la Casa Blanca.

Pero el recorrido ha sido largo, lleno de hitos, innovaciones y, por supuesto, escándalos que han marcado la contienda electoral y tendrán consecuencias no sólo para la candidata demócrata y el aspirante republicano, sino para los próximos procesos eleccionarios de los países democráticos.

Así lo evalúa y proyecta el cientista político Fernando García Naddaf, docente y director del magíster Política y Gobierno de la Universidad Diego Portales (UDP), quien en conversación con La Nación estima que esta carrera presidencial marcará un precedente, consolidando tanto un nuevo tipo de financiamiento de campañas como una nueva forma de entender la comunicación entre candidato y votante.

El académico explica que la carrera presidencial estadounidense, desde la década del 50, marca el tono y las herramientas a utilizar en las elecciones de los demás países, haciendo tanto de guía como brújula del proceso para elegir a nuestros representantes y cuáles serán las prácticas de comunicación política que veremos en las próximas elecciones.

En esta oportunidad, uno de los protagonistas fue el mundo digital, con el que es posible “hacer un seguimiento muy cercano a los gustos, valores individuales y preferencias de los consumidores-electores”, información que conforma lo que se conoce como el “Big Data” (almacenamiento de micro datos de las preferencias de los usuarios, que revela tanto sus patrones de búsqueda como sus intereses).

FINANCIAMIENTO Y RELATO

Por una parte, esto permite a los candidatos recolectar fondos para sus campañas sin recurrir a los grandes donantes: “Para esta campaña, Trump, siguiendo el modelo de Bernie Sanders, logró recolectar grandes fondos pero no de financistas tradicionales como Clinton, sino de pequeños donantes. Se comunicaban a través de publicidad micro segmentada para ciudadano-electores que tenían un perfil determinado. Trump lo tomó de Sanders y Sanders lo adoptó de Obama, pero lo profundizó”.

La segunda arista que abre es la nueva forma de compartir el relato o “storytelling” de los aspirantes a la presidencia o parlamento.

Desde de que la TV se convirtió en una pieza infaltable en los livings de las casas, “el ‘storytelling’ se hacía en televisión y los políticos contaban un relato que muchas veces tenía una carga emotiva que buscaba identificar al electorado, con el que los convocabas y los incitabas a participar y formar parte de la campaña. La televisión provee de millones de auditores, pero emitir el mensaje de esa forma hace que pierda precisión y que pocos sean los que realmente lo reciben de forma efectiva”.

Sin embargo, esta lógica cambió con la llegada de los smartpohnes, los dispositivos móviles y las tecnologías que permiten proveer información a fin a los intereses individuales de forma más precisa y particular.

“En el caso de construir el ‘storytelling’ con el ‘Big Data’ a través de ese tipo de dispositivos, tú solo vas a escuchar el ‘storytelling’ más refinado de acuerdo a tu interés. Si te interesa la marihuana libre, pública y de calidad, a ti te va a salir ese tipo de mensaje de acuerdo a tus intereses. Y lo que ha hecho Trump es que además asocia este tipo de publicidad por tema particular a algún tipo de gratificación, como sumarte a un desayuno con él o un mensaje personalizado de agradecimiento. Esas cosas son totalmente nuevas”.

EXTRAVÍO DE LA POLÍTICA

Pero estas nuevas formas de aproximación entre candidato y elector, que abren un abanico de posibilidades que apuntan a la hiperselectividad del mensaje y modifican la forma de entender la política y su financiamiento, no es lo único que deja la contienda por llegar a la Casa Blanca, ya que para García Naddaf la campaña también tomó un rumbo que terminó dañando el qué hacer político.

“Lo más grave es que se dejaron de discutir los temas y visiones sobre la construcción de sociedadque representan ambos candidatos”, apunta el profesor quien también aclara que fue la entrada en escena del magnate republicano el que cambió el panorama.

El cientista político recuerda que durante las primarias sí lo hicieron los demócratas Clinton y Bernie Sanders. En tanto que Marco Rubio y Ted Cruz también intentaron plantear diferentes visiones de mundo.

“Hoy eso quedó en segundo plano y de cierta manera estamos peleando en contra del demonio. Todos los factores políticos que impulsan a las sociedades quedaron en segundo lugar. Dejamos de discutir lo que esencialmente es la política y se reduce todo a la espectacularización de la política, la demonización del rival y los discursos fáciles, olvidando lo que es realmente la política, haciéndole un flaco favor a la politización”, explica.

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