Copy paste: el truco del candidato de la derecha que se vistió con ropa ajena

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13 / 11 / 2017

Fernando García Naddaf, académico de la Escuela de Ciencia Política UDP
Fernando García Naddaf, académico de la Escuela de Ciencia Política UDP

Sobre el programa del candidato de Chile Vamos se ha dicho de todo como “apropiarse de ideas ajenas,  vestirse con ropaje ajeno, insólito” porque quedó al descubierto que los asesores que hicieron su programa de gobierno copiaron y pegaron sin siquiera darse el trabajo de verificar los hechos. En el documento “Construyamos tiempos mejores para Chile”, se contemplan más de una veintena de  proyectos de infraestructura, obras públicas, educación que están en desarrollo que fueron adjudicadas bajo el actual gobierno o ya están funcionando. El candidato acusó a través de tuiter a sus adversarios políticos de “¿Ignorancia o pequeñez de candidatos? Obras Públicas se planifican a largo plazo, y los candidatos deberían saberlo”. Eso es sabido por todo el mundo y no es necesario que un candidato a la presidencia lo ponga en su programa de gobierno porque lo que tiene que hacer es dar a conocer lo que sí piensa hacer en los cuatro años que estará administrando el Estado chileno. Sobre eso, no hay mucha claridad.

Qué digan cuáles programas van a suspender

Y al ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre no le cuentan  cuentos. “En el programa de Piñera dicen que van a cortar US$ 7 mil millones de grasa, por favor, este es mi séptimo año de ministro de Hacienda, ¡cuéntenme una de vaqueros! Ocurre que nadie del comando del candidato presidencial ha explicado cómo lo harán realmente, porque la idea es cortar programas que están operando ya que, a juicio de ellos, son deficientes, no sirven. Igual como lo hizo cuando gobernó del 2010 al 2014 y cortó programas sociales que eran de gran ayuda para las personas.

Entonces, el ministro Eyzaguirre les pide que digan cuáles programas son los que van a cortar. “Que digan cuáles. Se puede tener un programa con un objetivo y que tiene problemas de diseño, con lo cual lo que se necesita es refacturar el programa, pero eso no significa que la necesidad que atiende ese programa desaparezca. Esa es la trampa. La necesidad sigue existiendo, y lo que hay que hacer es diseñarlo mejor, no eliminarlo. Cualquiera que ha estado en este negocio sabe que cortar US$ 7 mil millones está completamente fuera de rango, ahí cortas hueso, cortas todo”.

“Es muy fácil decir eso, porque no se identifica al perdedor. Eso es decir lo que cada uno quiere oír, pero la responsabilidad implica picarla finito, decir dónde están esos US$ 7 mil millones, qué necesidades estaban atendiendo esos programas que ahora van a dejar de atenderse”, plantea Eyzaguirre.

Todos podrán estudiar pero tendrán que pagar

Según lo señalado por la ministra de Educación, Adriana Delpiano mediante su cuenta de tuiter. “Sebastián Piñera presenta 25 medidas en Educación: 18 ya existen y dos se tramitan en el Congreso. 3 son retrocesos sociales. Dos pueden aportar”. Decirlo de esta manera es simplificar las cosas, pero lo importante no queda claro porque dice que todos los jóvenes tendrán acceso a la educación, pero no les explica que tendrán que pagar por ello, que se endeudarán y cuando trabajen tendrán que empezar a pagar su deuda. La gratuidad planteada por el actual gobierno es no endeudarse ni tener que cargar con una pesada mochila cuando inician su vida laboral porque no tendrán que pensar en recortar su sueldo para pagar la deuda con la universidad.

La candidata presidencial de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, solicitó una “explicación seria” al candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, por su programa que tendría un costo de 14 mil millones de dólares.

Al respecto, Goic preguntó “cómo él va a rebajar el impuesto a las empresas y, por otro lado, de dónde salen los recursos para financiar el programa que ha planteado, no calza. En esto, Sebastián Piñera le debe una explicación seria y creíble a los chilenos”.

No es bueno vestirse con ropaje ajeno

“En segundo lugar, me parece que no es una buena práctica vestirse con ropaje ajeno. Buena parte de las obras que él plantea licitar en materias de infraestructura ya fueron licitadas o van a quedar licitadas durante este Gobierno”, añadió la senadora por Magallanes.

El jefe político del comando de Piñera, ex ministro Andrés Chadwick aclaró el panorama: “me parece que las críticas han sido políticas y críticas que revelan mala leche dentro de un programa que contempla todas las áreas del país, 14 mil millones de dólares de inversión y de gasto, explicadas todas las materias y que tiene una visión del país hacia donde lo queremos enfocar”.

El ex candidato presidencial Ricardo Israel atribuye la discusión en torno al programa de Sebastián Piñera a que “ahora hay más control porque fue muy habitual en los candidatos de la Concertación. También lo hizo Michelle Bachelet . Ella puso en su programa la continuación de obras que estaban digitadas en el gobierno de Piñera”.

En su opinión esta práctica “no tiene nada de malo porque las obras públicas estaban pensadas cuando los gobiernos duraban seis años y a eso si se le agrega las licitaciones entonces son varios años. Normalmente se diseñan en uno y se ejecutan en el otro”. Agregó que “esto es parte del escrutinio que estamos viviendo y que antes no se veía. A mí me parce lo más normal del mundo que se dijera que se va a continuar con obras que ya estaban licitadas”.

“Del punto de vista político es dar una señal que va a haber continuidad y eso le ha quitado votos. Pero es bueno que se transparente todo”, aseguró Israel.

Desde los 90 que el programa casi no importa

Fernando García Naddaf, académico Escuela de Ciencia política UDP, plantea otro punto de vista más general  y basado en “una tendencia en las democracias occidentales en los últimos 15 a 20 años muchas candidaturas simplemente no tienen programas y como tienen cada vez menos importancia porque la gente no los lee y a las coaliciones y partidos les cuesta mucho, es mucho lo que se desgastan  para lo que hacen; unos enjambres,  un copy paste con algunas cosas de por aquí y por allá, empiezan a hacer cierto atajo cognitivo simplemente para capturar cierto tipo de electorado y nos quedamos con las bases programáticas que, al final hacen mucho más difícil la conducción democrática”.

En su opinión es lo que le pasa a los candidatos actualmente y señala que “es muy humano lo que le pasa a Piñera, evidentemente es de los peores ejemplos que puedes dar, pero la desaparición del programa es lo que estamos viendo desde finales de los 90. Son problemas estructurales y te das cuenta que la gente desde la década del 50 que tiende cada vez a racionalizar más. Entonces, son procesos muy poco racionales las elecciones de hoy. Hay una estabilidad de voto brutal, es difícil que salgan de sus reductos ideológicos, simbólicos por el cual se identifican, por eso que los votos son muy estables y muy difíciles de cambiar”.

“Las campañas lo único que apuntan es a identificar a los candidatos con cierto grupo de electorado, pero no a ellos. Y por eso todo se vuelve irracional. El punto que yo defiendo es que estamos en una  deriva muy irracional de la política que es justamente, lo que da cabida a cualquier tipo de populismo y procesos de muy baja calidad democrática e incluso republicana en el sentido de racionalidad pública” planteó.

El puerta a puerta y la feria

En esta línea, dice el analista político, “las burbujas racionales que quedarían en estas elecciones es en el puerta a puerta, en las acciones en la feria donde el candidato le dice vote por mí a la persona y ahí, en esa interpersonalidad, es donde realmente interactúa y son los pocos reductos que uno podría identificar donde se ejerce algún tipo de racionalidad”.

“Porque ya no está quedando mucho, los programas ya no existen, la publicidad en las palomas, los volantes, los debates ya son toda una dramatización con formatos totalmente estrictos. Los candidatos tratan de apegarse de acuerdo a los consejos que les dan sus asesores, el couch. La gente está viendo como están vestidos, cuando se equivocan, como pelean y después la gente dice cómo no hay programa. Es una locura”.

Añade que “Piñera está en ese juego, él conoce perfectamente este juego y hace un programa en base a slogans, a lo que le dicen los asesores, ni siquiera se preocupa de contrastar si es que hay licitaciones que ya están convocadas. Al final, los tipos apuestan a que nadie lee el programa”.

Se perderán conquistas sociales

La cientista política y académica de la Usach, Cristina Moyano sobre las críticas al programa de gobierno de Piñera dijo que “si uno lo viera más en general, el problema aquí es de la política en su conjunto porque estamos en presencia de una elección presidencial donde todos los programas están bastante vacíos de contenido y por lo tanto las medidas que cada uno de ellos proponen si fuera un proyecto potente detrás cualquiera podría ser copiado y pegado en cualquiera de los programas y daría lo mismo”.

Respecto de Piñera comenta que “a mí me parece que lo que está haciendo en su programa, más allá de lo reprochable o no que pueda ser, que es colgarse de las obras de este gobierno, a mi me parece que es un gesto de reconocimiento a una trayectoria  que le permite a él decir: bueno estas cosas van a continuar , se van a concretar en mi gobierno. Y lo que él propone y es lo que me preocupa a mí, es el retroceso en los beneficios, o más bien en la conquista de derechos sociales en los que se había avanzado y ese tema se ha desdibujado  en esta caza de brujas por los copy paste”

Sin embargo, en estas elecciones como nunca se ha puesto en la palestra pública el programa de gobierno de los candidatos y han ocupado tiempo precioso en discutir sobre esto. Obviamente, ha sido aquí donde ha quedado al descubierto el estilo Piñera y como dice el tío Emilio en su programa “En tu propia Trampa” ocurre que  “te pillamos pos compadre”.

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