Bachelet en Tedeum Evangélico: Expertos analizan reacción de la Presidenta por tensa ceremonia

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11 / 09 / 2017

ClaudioFuentesSaavedra4“Asesina” y “vergüenza nacional” fueron algunos de los insultos que recibió la Presidenta Michelle Bachelet durante el Tedeum evangélico realizado ayer, ataques que sumados a las duras críticas efectuadas en sus mensajes por obispos y pastores a la agenda valórica de La Moneda, configuraron una tensa situación para la Mandataria.

Su rápida salida del Templo Catedral Metodista Pentecostal en Estación Central evidenció la molestia de la Jefa de Estado ante lo ocurrido. Enojo que minutos más tarde fue explicitado por la ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, quien aseguró que “este ha sido un acto que se ha excedido”.

El tema ha generado reacciones a favor y en contra en el mundo político. Así mientras los abanderados oficialistas y senadores Alejandro Guillier (IND-Fuerza de Mayoría) y Carolina Goic (DC) rechazaron los ataques a Bachelet. En cambio, las cartas de la oposición Sebastián Piñera (IND-Chile Vamos) y José Antonio Kast (IND) destacaron la defensa de los evangélicos a ciertos valores.

Consultados por Emol, un grupo de expertos analiza el episodio ocurrido en la ceremonia de las iglesias evangélicas y la reacción que tuvo la Jefa de Estado.

¿Cómo evalúa la reacción de la Presidenta en el Te Deum evangélico, salió fortalecida?

Lo de ayer puso en evidencia un sector religioso muy cargado políticamente, intransigente y poco respetuoso de las distintas ideas y creencias. Es evidente que allí, además, hay varios pastores involucrados a la derecha e inclusive a la ex CNI. Tal vez ello contribuyó a que fuera más fácil montar o manipular una especie de protesta, pues tampoco da la impresión de que sea algo demasiado espontáneo. Correspondía que (Bachelet) estuviese hasta el final (del acto), porque el cargo tiene cierta dignidad y por respeto al pueblo evangélico. Ella actuó con mucha dignidad y, a la larga, perderá más este Tedeum. Quizás lo que ocurrió lo mató, digamos. La Presidenta no creo que se haya debilitado por esto. Por el contrario, lo que ha aumentado son las expresiones de solidaridad de un espectro político amplio. Lo que se debilita es la existencia de no solo un Tedeum, sino de dos (…) en un Estado laico.

Ernesto Águila, cientista político y académico de la Universidad de Chile.

Yo creo que se desvirtuó el sentido que tienen estas instancias, donde se busca que las iglesias hagan un llamado a la unidad, en el contexto de la celebración de las Fiestas Patrias. Me pareció más una actividad de campaña por las características que tuvo, que un acto propiamente religioso. Eso da cuenta también de que hay un intento por manipular de alguna manera a ciertos electorados, en este caso de la Iglesia evangélica. Yo creo que (Bachelet) tuvo una actitud estoica, porque lo que quizás correspondía era que se retirara de la actividad, porque no sólo estaban insultando a la Presidenta como persona, sino a la institucionalidad del Estado, del Gobierno. Recordemos que la Iglesia y el Estado están separados (…) Yo creo que por lo menos la deja como una persona resiliente, que resiste las críticas y contiene reacciones que podrían agravar a veces la situación, porque si se retira ella se lo hace todo el gabinete, todos los ministros, las autoridades. La verdad es que también fue expuesta a una situación bien compleja, no se había visto esto de la manera que lo observamos ahora con insultos de grueso calibre.

Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central.

Un principio fundamental de la democracia es la libertad de expresión y nadie dudaría en derecho de obispos evangélicos de expresarse. No obstante, este tipo de eventos es un encuentro de la iglesia con poderes del Estado y donde, además, la Presidenta queda en una posición donde no puede replicar, pues es la invitada. Creo que, efectivamente, se transformó en un abuso y politización de un acto formal. Hay contextos para señalar críticas y ese no debió serlo. Considero que la reacción de la Presidenta fue lo esperable de una dignataria. Sabe que está en un rol de jefa de Estado por lo que no creo que hubiese actuado de otro modo. Ciertamente la ciudadanía valorará este tipo de actitudes. Lo de los obispos pareció pequeño y revanchista.

Claudio Fuentes, director de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales.

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